viernes, 20 de abril de 2012

Capítulo 3

- ¡Oh no! ¡Alerta! ¡Nos han robado!
-¿Qué ocurre?
-Han robado mi cuchilla especial.
-¿Qué tenía de especial?
-Vaya a mi laboratorio. Lo comprenderá.

Cuando el caballero regresó tenía la cara lívida como si hubiera visto un fantasma. Le dijo al científico que le urgia irse. White (el científico) solo atinó a preguntar si había visto algo extraño- aparte del desordén del laboratorio producto del robo- o a alguién. El caballero cogió su sombrero y con nervisismo mal disimulado lo negó con la cabeza. Segundos después le dijo algunas palabras al oído y salió bruscamente de la casa. Ahora era White el conmocionado.

Bajó al sótano para comprobar si lo que el señor Lendigson había dicho era tan atroz. Cuatro de sus ayudantes estaban tirados en el piso; dos muertos; uno al borde del colapso, desangrándose a gran velocidad y otro ya inconsciente con un pulso muy débil.


sábado, 14 de abril de 2012

Capítulo 2

-Bienvenido, como usted bien sabe mi apresiadísimo señor, desde hace ya un tiempo considerable, tanto yo como todo mi equipo de ayudantes, llevamos investigando los eh estem ... por así denominarlos "aparatos" que misteriosamente llegaron a nuestras manos.- respondió el científico.

-Aprecio que me reciba cordialmente pero no quisiera perder valioso tiempo en superfluas banalidades.

-Por supuesto, casi había olvidado que es usted un caballero de carácter muy práctico. Aún así, considero importante que puesto que se tardó "un poco", me espere ahora, a mí.

- ¿Acaso quiere ir a su casa a descansar?

-Sin duda me ha leído el pensamiento, pero ya estamos en ella. ¡Subamos!

-Espere...Tanto tiempo aquí abajo debe de haberle afectado. Este es su laboratorio, mas no su casa.

-Se equivoca, este es el sótano ampliado y modificado, la casa se encuentra en el piso superior.


Entablada la conversación, se dirigieron a la habitación de invitados y mientras, celebraban su encuentro con un pequeño brindis. Siguieron charlando hasta que se dieron cuenta que un criado del científico, sin motivo alguno, se había quedado escuchando. Como eran cosas personales y secretas acerca del descubrimiento del científico, lo botaron inmediatamente. El criado salió sin molestarse por la reprimenda.